domingo, 9 de junio de 2013

Gran cena de la MAK en Tucumán

Ocurrió ayer, sepan disculpar. El Gral. Susvín, en representación de la rama porteña de la MAK, y este humilde bloguero, en representación de las hordas bárbaras de federales cuchilleros, maloneros y violadores de vírgenes centralistas y unitarias de Palermo Hollywood y Recoleta (previo arribo en bondi a Retiro), departieron gratos momentos de confraternidad nacional, popular, peronista y kirchnerista en una alegre -como hubiera querido Jauretche- y bien regada -como hubiera querido, ay, Patricia Bullrich- cena.

Como buenos kirchneristas, no dudaron en apropiarse del sello cena de la MAK", sin compensación dineraria alguna para sus creadores (@elbosnio y @rinconet), y bajo el indiscutible argumento de nacionalizar un recurso estratégico del kirchnerismo porteñocéntrico para alegría de todos y todas (menos de los anteriores propietarios, que incumplieron metas de inversión y el pago de cánones usurarios). Sabedores, incluso, de que en el house-organ de la MAK se pondrían como lacas, y abandonarían cualquier reflejo nac&pop para asimilarse al discurso clarinista de “confiscación", “despojo" y “atropello institucional" tan caro al imaginario del antoniobrufauísmo, rama cipayolanacionista.

La fuerza es el derecho de las bestias, y cabe consignar que así comimos. Pero antes que describir el menú, envidia de la mesa de Mirtha o de cualquier Jockey Club, pasaremos el parte de inasistencia. Por supuesto ni rinconete ni el maestro de Luz elbosnio, Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo porteñocéntrico de salón, fueron de la partida. Así, no hubieron empanadas frozen ni vino de ferretería (el vino corrió por cuenta del Gral., con un rico regional cafayateño que fue ajusticiado sin miramientos). Tampoco se hizo presente Daniel, razón por la cual, según cuentan, la reunión no adoleció de interrupciones constantes. La rama femenina estuvo representada por Ruth, compañera del Gral., y Ana, compañera del malviviente cronista bloguero. Faltaron Mabel, la Sra. Biblioni, Iris van Kristen y muchas exponentes más, encontrándose como pobres e intolerables las excusas de distancia geográfica o desconocimiento de la realización de la cena que consta en autos (!). Tampoco dijeron “¡presente, señorita!" Nagus el magnífico, el Ing. Sbariggi (pero se habló de rosca bonaerense igual), Gerardo, Diego F. o alguno de los Mocca. Ante las negativas de Federico Pinedo y Pino Solanas, con excusas similares a las de la rama femenina (a las que Solanas sumó la baja calidad del voto en Tucumán), quien sería el invitado opositor de honor, Henrique Capriles, declinó también amablemente la invitación con un cálido “¿y ustedes quiénes son, chíco?". Chavistas de Perón", respondimos; y procedió Capriles a hackearnos el twitter. Fea la actitud del Dpto. de Estado. Finalmente, a nuestra requisitoria, el invitado oficialista, quien vendría a iluminarnos sobre la marcha de la economía en el actual contexto mundial y regional, Hernán Lorenzino, sólo supo responder, en una clara cabrioleta discursiva: “no quiero ir".

Así, la cena de la MAK tucumana transcurrió entre brindis, sonoros eructos digestivos, anécdotas de viajes y debates en torno a la coyuntura. Al respecto el Gral. sostuvo todo lo que se hizo, mientras su compañera señalaba todo lo que aún falta. Habiendo mantenido este cronista debates similares con su compañera quedó claro que, efectivamente, el kirchnerismo divide a la sociedad y -snif- a las familias. Oh, el horror de transformar a los individuos en sujetos políticos. Por supuesto conversamos sobre la reciente visita de Cristina a Tucumán, que tuvo por objeto continuar esa noble tradición peronista de concretar realidades objetivas en beneficio del pueblo. También acerca de la economía, de la comunicación oficial, de formación política (un ítem en el que -coincidimos- falta mucho por hacer) y de, cómo no, batallas culturales.

Para envidia de la seccional porteña, la Cena de la MAK Tucuman fue, además, una cena-show que contó con la presencia de payasos (2), que contribuyeron a animar aún más la velada. Ya lo advirtió el filósofo Mendieta: el kirchnerismo será jodón o no será. Salvajes unitarios de la MAK palermitana: reclamen payasos para la cena de julio a elbosnio y/o a rinconete, y recuérdenles aquel apotegma peronista que reza “con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes".

El Gral. Susvín, un tipazo. También su compañera Ruth. Un placer inmenso haber compartido charla, comida y tinto. La pasamos muy bien.

LTA, MAK porteña.

10 pusieron huevos y comentaron:

Unknown dijo...

¡Que bueno! me alegro que la Mak se vaya federalizando, aunque yo seguiré faltando por problemas geográficos a los que se suman mi inconfesada agarofobia y sociofobia crónicas.
Pero prometo ir si algún día la cena se realiza en mi casa o en casa de mis padres :-)

Ricardo dijo...

Avise día y hora nomas. ¿Cuál casa tiene asador, la suya o la de sus padres?

Unknown dijo...

Ninguna de las dos, me temo. Pero el vecino le presta su parrilla a mi padre.

Unknown dijo...

Ah, ya le hice propaganda en la Mak oficial.

ram dijo...

Bueno, si no entendí mal, el citado encuentro no fue "en Tucumán" sino en un recoleto ambiente porteño. Así que nuestro héroe, tucumano de muy baja intensidad (prefiere las empanadas salteñas, el muy traidor), de movida nomás es un neocolonizado al ombliguismo porteño, ¿qué se puede decir entonces?, que mejor que no vuelva, obvio...
Ahora, si por milagro el evento hubiera sucedido "en Tucumán", la triste comprobación de que no avisó, se cortó solo, no invitó, es mucho más grave y, la verdad, mejor que se vaya, y pronto.
Y lo peor de todo, esa cosa de la "MAK tucumana", engaño típicamente K, lo de allá te digo que es de acá pero sigue siendo allá, ¿hay derecho?, siendo del pago de la empanada y las empanaderas campeonas mundiales del mundo, el tipo termina yendo a rendir pleitesía a esas cosas llamadas "frozen" y al vino de ferretería, no, es demasiada agresión gratuita al honor tucumano... y con semejante antecedente, lo espantoso es lo que se puede esperar de encuentros así, mínimo un roca-runciman de cabotaje, el horror....
Ya caerá.

Udi dijo...

Dijo Lucas Carrasco: "Jé, los muchachos K rama palermitana disfrutan de opíparas cenas y manduques gracias a la luz, el gas y los transportes subsidiados con los impuestos del interior, putos."
Dijo Manolo: "Las elites ilustradas se pelean por la marca del vino a degustar en las cenas al lado de las mesas de arena, mientras en el territorio los militantes se enfrentan a los Katrinas secos pre-electorales."
Dijo José Rubén Sentís: "La ingesta de vinos de alta gama aumentó un 234 % en la última década, pero en Clarín no apareció la noticia."

Ricardo dijo...

Gracias, Iris. Federalizar la MAK es una propuesta nuestra, je.

ram: no, no. Fue una cena de la MAK tucumana perpetrada (!) en el recoleto barrio de la Ciudadela, a escasas horas de que el Santo tucumano le clavara 3 a San Jorge (Lanata, ja).
No se me enoje, ya nos vamos a desquitar en algún momento nosotros, los blogueros tucumanos (independientes del fundamentalismo empanaderil folclórico y telúrico).

Abrazos.

Ricardo dijo...

Udi: definiciones y caracterizaciones perfectas. Ja.

Dijo el Ing. Sbariggi: la rosca tucumana se calentó. El sector ramista del kirchnerismo tucumano recela de la actitud y del uso de la lapicera por parte del huevoidearismo en el armado contrarreloj de la lista de invitados a una cena. No era tan fácil como parecía.

Abrazo.

El Bosnio dijo...

Amigo Ricardo, su idea de los payasos es mas vieja que la empanada. La MAK utiliza ese ardid desde sus inicios.
Rinconete y yo coincidimos en que tenemos uno, aunque no coincidamos en el nombre, mientras que el resto de los comensales afirman tener dos.
Pero "mas alla de las estadisticas", como diría Moreno, o "salvando las distancias", como diria Saguier, está claro que lo de usar payasos arranco en capital.

Nos alegra saber que la MAK ya se internacionalizó. Lo esperamos para la verdadera prueba de hombria, comer las empanas locales.

Ricardo dijo...

don bosnio: no nos expulse unitariamente, que apenas si federalizamos la MAK, ja.
No faltará oportunidad de probar el vino de ferretería, aunque hace mucho, la verdad, que no voy para Baires.

Abrazo.