jueves, 23 de agosto de 2012

El editorial que habría escrito LA NACION en 1812

Editorial I

El grave peligro del patrioterismo

Los lamentables hechos que se suceden al norteoeste de las Provincias Unidas del Río de la Plata deben alertar a todos los hombres probos de nuestro suelo, pues si bien el patriotismo es un valor a enaltecer, el patrioterismo es tan sólo una deformación de aquél, y una burda herramienta utilizada por las tiranías de cualquier lar en orden de condicionar a los individuos bajo el supuesto de un bien superior colectivo.

La práctica del patrioterismo, tan alejada de las modernas teorías de conducción del Estado, se encuentra reñida con los principios que aparenta defender, puesto que es fácil comprender que si la libertad individual se encuentra amenazada, no existe posibilidad alguna para el conjunto de hombres y mujeres que se ven impedidos de llevar adelante el estilo de vida por el que han luchado desde siempre.

El pueblo del Jujuy, bajo la incomprensible amenaza de Manuel Belgrano, se ve impelido a marchar, abandonando sus tierras, sus pertenencias y el fruto de su esfuerzo. Belgrano, que así deshonra su grado militar, ha conminado a los jujeños a dirigirse al Tucumán. De negarse, los ha apercibido del castigo ejemplar que les impondría: serían considerados "traidores a la Patria" y serían pasados "por las armas inmediatamente, sin forma alguna de proceso". Tamaña amenaza debe ser denunciada a viva voz y no quedar impune.

El principio de autodeterminación de los pueblos es uno de los preceptos básicos que deben guiar a nuestra naciente patria y, si por motivos históricos o familiares existen criollos que consideran su deber dar sustento a las tropas realistas lideradas por el General don Juan Pío de Tristán y Moscoso, no debe haber fuerza humana que les niegue su legítimo derecho.

La amenaza belgraniana, que niega las básicas garantías de un debido proceso para -no podríamos decir ajusticiar- asesinar a quienes, de manera autoritaria, catalogue como disidentes, debe ser considerada una práctica de barbarie que no puede cimentar la construcción de nuestro destino. Más valdría a este proyecto lograr la consolidación de un ámbito en el que primaran el diálogo y el consenso, en aras de negociar civilizadamente las razones que nos asisten sin el peligro de vulnerar los derechos adquiridos de la Corona Española: no puede haber Patria si antes no existe seguridad jurídica y respeto por las establecidas instituciones.    


Infantes adoctrinados por la agrupación política La French y Beruti

7 pusieron huevos y comentaron:

El Mostro dijo...

Impecable.

Ricardo dijo...

Zenkiu.

Rucio dijo...

No está para nada lejos de la realidad. Rivadavia consideraba una barbarie la guerra de la independencia decía que teníamos que llegar a un acuerdo, como los norteamericanos cuando compraron Florida y Luisiana. Esos sí eran civilizados.

El Sudaca Renegau dijo...

Menos mal que usté escribe pa nosotros. Porque su pluma al servicio de los otros sería terrible.
Con decirle que sabiendo que era usté, igual me hizo calentar.
Encima le puso 1.
Felicitaciones :)

Ricardo dijo...

Rucio: el único problema es que si LA NACION hubiera existido entonces, hubiera apoyado la independencia con tal de luego entregarse a los brazos de la rubia albión imperialista de ultramar. Los gallegos eran historia, ya.

don Sudaca: jeje. No se caliente, hombre. Sólo hay que ensalzar un poco los valores del individualismo, apelar al republicanismo barato, meter un diálogo y consenso por ahí y ya tiene un editorial lanacionista.

Abrazos.

Daniel dijo...

Cómo "habría escrito"? Esto no fue así? Cómo que todavía no existía La Nación? Si La Nación es la Patria mima dijo Lilita! Por lo tanto, siempre existió en tanto existió la Patria. Me explico?

Ricardo dijo...

Te explicás. Igual, contradigo mi propio post y repito que LA NACION hubiera apoyado fervientemente el movimiento independista para entregarnos, como ocurrió, a Inglaterra.