jueves, 19 de julio de 2012

Entrevista a Kirchner (diciembre de 2000)

“Menem intentó transformar el justicialismo en una filial del Partido Republicano”

El gobernador de Santa Cruz lanzó el viernes su propia línea interna nacional dentro del PJ. Critica a Menem por la corrupción durante su mandato, la idea del pensamiento único y el modelo socioeconómico. Admite que comparte muchas de las propuestas preelectorales de la Alianza y asegura que aún está dispuesto a colaborar con el gobierno nacional, a pesar de ser el único mandatario que no firmó el pacto fiscal.

Edición Impresa: domingo, 17 de diciembre de 2000

Por Marcelo Zentil

Néstor Kirchner, el gobernador de Santa Cruz, no perdona a Carlos Menem y sigue criticando el modelo político y socioeconómico que impuso el ex presidente durante sus 10 años de mandato. Pero también se muestra desencantado porque De la Rúa no genera cambios.

Kirchner lanzó el viernes, a nivel nacional, su propia línea interna dentro del PJ. La llama “La Corriente”. Eligió como escenario un hotel de Buenos Aires y estuvo rodeado por el sindicalista Hugo Moyano y su esposa, la diputada Cristina Fernández. Entonces, planteó lo mismo que durante esta entrevista: oxigenar la política argentina.

Por eso, busca diferenciarse de Carlos Ruckauf, duda sobre la renuncia de Chacho Alvarez y asegura que Eduardo Duhalde debió decir antes lo que ha dicho en las últimas semanas. Por momentos, deja aflorar a aquel militante universitario de los ‘70 que participó en la creación de la JUP.

-¿Por qué formó el bloque de gobernadores junto a Duhalde?

-Lo que me llevó a acercarme a Duhalde fue tratar de generar una alternativa y una opción en el justicialismo distinta del menemismo. Lo mismo impulsó a Jorge Busti (Entre Ríos) y a Lafalla. Buscábamos darle al peronismo la posibilidad de recuperar la credibilidad de la sociedad.

-¿Y qué paso con esa idea?

-Eduardo (Duhalde) no se decidió a decir las cosas que está diciendo ahora. Si las hubiera dicho en su momento, estoy seguro de que hubiera terminado mucho mejor.

-¿Por qué no lograron el objetivo?

- El acercamiento de Aráoz y todas esas banditas que rondaban lamentablemente cerca de Eduardo, llevaron a que paulatinamente no pudiéramos sostener el pensamiento que teníamos.

-¿Comenzó el proceso de reconstrucción del PJ?

-El justicialismo está en deuda con la sociedad. Un movimiento como este, con la fuerza y la gravitación social que tiene, tras la derrota categórica que sufrió aún no fue capaz de hacer una autocrítica. Y sigue potenciando en muchos casos a la misma dirigencia responsable de todo lo que pasó.

-¿Y hoy con quién se identifica?

-Yo no puedo estar de acuerdo con un dirigente que dice una cosa a la mañana, otra a la tarde y a la noche va y dice “Fernando, quedáte tranquilo que los gobernadores vamos a arreglar con vos”. A mí me gusta decir lo mismo a la mañana, a la tarde y a la noche, y lo que hablo en público lo hablo también en privado. Esa es la única forma de articular un diálogo serio y creíble para la sociedad.

-¿Eso lo dice por Ruckauf?

- Lo dejo ahí.

-¿Con De la Sota tiene más coincidencias que con Ruckauf?

-Con De la Sota compartí los espacios de la renovación. Trabajamos juntos ahí. Tenemos una buena relación personal, pero no hemos avanzado más allá en lo político.

-¿Quién piensa como usted en el peronismo?

-Hay intendentes, concejales, vicegobernadores, legisladores. Toda una camada dirigencial nueva, que tiene mucho que ver con la generación que se incorporó a la política en los ‘70 y que creía y aún cree que este país se puede cambiar. Somos los que no queremos rendirnos ni resignarnos. No puede ser que la política sea nada más que la distribución de espacios y de futuros negocios.

- ¿Quieren cambiar el partido?

-Queremos un justicialismo progresista, que evolucione, que tenga capacidad de autocrítica. En los últimos años, en el PJ se cambió el concepto de cuadro político por el de gerente, y el de militante por el de cliente. Quiero volver al cuadro, al militante, a construir propuestas, a que la política deje de ser un acuerdo dirigencial.

-¿Añora un pasado mejor?

-Anhelo la reunión en el comité, en la unidad básica. Si es necesario que nos peguemos un sillazo, bueno, pero discutiendo ideas. Debemos volver a discutir el país real, qué pasa en esta Argentina y recuperar la capacidad transgresora.

-¿Eso implica cambiar la forma de hacer política?

-Hay que terminar con la hipocresía en la clase política argentina. Los que hasta ayer apoyaban el proyecto socioeconómico que impuso Menem, hoy son opositores a esas políticas. Y los que eran opositores, hoy las defienden, porque De la Rúa, con sus matices, continúa el mismo modelo. Esto demuestra que de acuerdo con la vereda en que los coloca la gente, toman la ideología de oficialista u opositor.

-¿Qué es lo peor que hizo Menem?

-Tuvo aciertos importantes como consolidar la estabilidad económica y pagar viejas deudas a las provincias. Pero, en cambio, fueron lamentables la corrupción y la idea del pensamiento único. Además, no entendió el grado de empobrecimiento de los argentinos ni el fenómeno de los nuevos pobres. Y cambió algo central en el justicialismo, como la movilidad social ascendente. Durante el menemismo la movilidad social fue descendente. Así, consolidó la exclusión social.

-Su lista de críticas es larga...

-Además, Menem intentó transformar el justicialismo en una filial del Partido Republicano de los Estados Unidos. Hoy la conducción del PJ expresa ideológicamente un proyecto neoconservador, que adhiere a los principios de los republicanos. Creo que es conservador incluso ante el Partido Popular de Aznar en España.

-¿Su visita a Mendoza significa un acercamiento a sectores del PJ mendocino, como el de Amstutz?

-Estamos trabajando juntos con muchos compañeros, para que se vayan incorporando paulatinamente a nuestra línea interna. Con Amstutz tengo una relación anterior.

-¿Se imagina integrando una fórmula presidencial en 2003?

-Quiero ser coherente con lo que pensamos. Nosotros queremos crear un espacio de construcción política y de pensamiento con vocación de poder. Queremos ser un proyecto con ideas, no con caras nada más. Queremos ser un grupo con propuestas, que ayude a cualificar la política argentina.

-¿Pero de ese espacio puede salir gente que encabece listas?

-Viendo lo que vemos, no tenga dudas de que hay cuadros que pueden dar respuestas de calidad superior.

-¿Aspira a un nuevo mandato como gobernador?

-La Constitución provincial permite la reelección indefinida, pero no pienso candidatearme nuevamente. Tenemos mucha gente que puede continuar con nuestro proyecto. Creo que es bueno tener continuidad, pero también es bueno oxigenar con cambios y dar nuevas posibilidades.

-¿Su mujer va a ser candidata en las próximas elecciones?

- Sí, ella va a ser candidata a senadora nacional. La gente en Santa Cruz, de todos los partidos políticos, la apoya. Hay una cuestión de reivindicación también. Ella prácticamente fue expulsada por la banda que había en el bloque justicialista, por defender los intereses de la provincia y denunciar muchas de las cosas que sucedieron.

-¿Y lo podría suceder a usted en 2003?

-Ganaría y tiene todas las condiciones para sucederme. Pero ella va a ser senadora y va a cumplir con el mandato completo.

-¿Hay competencia entre ustedes?

-No, para nada. Nosotros llevamos 25 años de casados y ella tiene sus ideas, su personalidad, es intransigente en muchas cosas, a veces es mucho más firme de lo que uno podría ser y es una severa crítica del sistema político de hoy. Cristina tiene su visión, a veces coincide conmigo y a veces es más dura. Ella es la crítica más grande que tengo en la provincia.

-¿Sus diferencias con el menemismo lo acercaron a la Alianza?

-Yo comparto muchas de las propuestas que tenía la Alianza. Como salir de este sistema impositivo totalmente regresivo, donde se sigue castigando al que consume, para que empiecen a pagar los que más ganan, las empresas. Un ejemplo es Repsol: de 1.550 millones de ganancia en un año, 980 millones los ganó en la Argentina. Y un kioskero paga en proporción los mismos impuestos.

-¿Creía en el cambio que prometía la Alianza durante la campaña?

-Sí. La Alianza tiene dirigentes muy importantes, gente que yo conozco que podía hacer un cambio y puede todavía. El problema de De la Rúa es que tiene miedo de que le pase lo mismo que a Alfonsín. Pero que no le haya salido bien a Alfonsín, no significa que no sea posible plantear un esquema diferente al que propone este modelo de concentración económica y exclusión. El Presidente viene con ese complejo y partió con la idea de durar los cuatro años.

-¿Y ahora está desilusionado?

-Cuando empezó este gobierno, tenía toda la voluntad de acercarme a colaborar y la sigo teniendo, a pesar de no firmar el pacto fiscal. Pero nuevamente aparecen los mismos personajes, las mismas ideas. Pueden tener distintos nombres, pero representan lo mismo. Además, está la actitud conversa de Machinea, que no cree en el programa que está aplicando.

-¿Usted le cree a Chacho Alvarez?

- La renuncia de Chacho me pareció una actitud importante. Pero creí que al renunciar iba a decir que no seguía porque tal funcionario continuaba en el Gobierno y era responsable de los sobornos en el Senado. Entonces hubiera sentado un ejemplo ético en el país. Pero se fue, volvió, una y otra vez. Nadie sabe bien qué está haciendo. Me tiene desconcertado Chacho.

-¿Cavallo en el gabinete garantiza algo?

- Es un hombre de una inteligencia muy grande, muy preparado. El le cambiaba todos los balances al Fondo Monetario, iba, venía, se peleaba, los echaba. En resumen, negociaba distinto y tiene otra calidad intelectual. Yo vengo de las antípodas y a mí no me interesa la Argentina que él quiere, porque evidentemente no se dio lo que predijo, que fue la teoría del derrame. El vaso creció, pero no derramó nada. Fue todo para los grupos concentrados.

-¿Cómo se sale de la crisis?

-Hay que terminar con la resignación y con el “no se puede”. Es posible. En mi provincia lo estoy haciendo. Tenemos el 1,9% de desocupación en Río Gallegos, rondará el 5% en toda la provincia y tenemos un plan de inversión de 1.000 millones de pesos para este período. El Estado debe recuperar su rol promotor y que no nos vengan con el cuento de que no es necesario. Más de lo mismo es suicida.

-¿Para aplicar ese modelo en Santa Cruz aprovechó el pago de las regalías mal liquidadas?

-Nosotros todavía las tenemos y estamos gastándolas de a poco en obras de reconversión productiva. Ustedes creo que ya las gastaron. Yo le propuse a Gabrielli conformar un fondo de inversión entre todas las provincias que habían cobrado 1.500 millones en total, con el que podíamos subsidiar tasas. Con esa suma podíamos conseguir préstamos por 4.000 ó 5.000 millones y generar un fuerte proyecto de inversión productiva. Por distintas circunstancias no se pudo llevar adelante.

12 pusieron huevos y comentaron:

Daniel H. Olivau dijo...

Gran aporte esta nota. Siempre comento que si uno lee el discurso de Néstor de 2003, el tipo dijo punto por punto lo que iba a hacer cuando nos vino a proponer un sueño.

Disfruten el viaje.

Julián Otal Landi dijo...

Qué grande Néstor, y cómo se lo extraña! Un abrazo!

Ricardo dijo...

Daniel, Julián: gracias por pasar.

Iba a tomar algunas porciones de la entrevista, pero después me pareció interesante, desde un punto de vista histórico, copypastearla entera.

Como deuda con Néstor y el proyecto mismo: modificar el sistema impositivo.

Abrazos.

Udi dijo...

Mañana, tapa en el GDA: "Kirchner en el 2000:'{Cavallo]Es un hombre de una inteligencia muy grande, muy preparado.'"

Ricardo dijo...

Realmente, qué favor le hacen al kirchnerismo desempolvándolo a Cavallo.

Mabel dijo...

Sacando lo de Cavallo lo demas es coherente -
"Ella es mas dura q yo "
"Vamos por lo imposible"Hay q oxigenar la política"
Buen rescate .

profquesada dijo...

Muy bueno Ricardo. A pesar del tiempo transcurrido es una corriente de aire fresco. No olviden que con respecto a Cavallo si bien alabó su inteligencia y decisión, también dijo que su ideal de país estaba en las antípodas del de él. Tenía claras las diferencias, pero también sabía reconocer las virtudes. No veo nada de malo en ello. Es inteligente y malvado, es un hecho. Un abrazo

A.C.Sanín dijo...

Muy bueno, Ricardo. Un documento muy valioso. Lo guardaremos. Un abrazo.

Mabel dijo...

Cierto profe ,xlo q se mostró luego,creo q debía ser menos benevolente con "el pelado"

Ricardo dijo...

Gracias Mabel, profe y "Ei ci" Sanín. ;).

Yo creo que justamente lo que dice de Cavallo lo pinta bastante bien. Es decir: sabe perfectamente cuáles son las posiciones pero es capaz de valorar realmente (y no únicamente de acuerdo a sus preferencias ideológicas) al otro. Como dice el profe. Nos guste o no, Cavallo fue vital en la vida económica de este país desde fines de la dictadura.
Más aún, lo que salió a decir el Mingo (el Mingo... semejante hijo de...) ahora es, en parte, cierto. Kirchner, en un primer momento, fue considerado casi un cavallista por manejar bien los números de Santa Cruz. Y es cierto que algunos consejos le pidió, no es pecado reconocerlo.

Abrazos.

Mabel dijo...

Correcto ,pero demuestra más lucidez hablando de Duhalde q de Cavallo Un comentario nada más .Nada q ocultar ,nada q perdonar ,nada q sea pecado ,Es política .

MiTucumán dijo...

¡Muy bueno, Ricardo!

Me encantó todo completo y mucho este pedazo:

-¿Añora un pasado mejor?
-... Si es necesario que nos peguemos un sillazo, bueno, pero discutiendo ideas. Debemos volver a discutir el país real, qué pasa en esta Argentina y recuperar la capacidad transgresora