Clarín, Schoklender y la campaña en la CABA

En política, como en la música o en el fútbol, el manejo de los tiempos es fundamental para construir el camino hacia los objetivos. Saber cuándo y cómo atacar los espacios, poner los acentos y darle lugar a los silencios o pausas es lo que diferencia a un gran músico o futbolista de uno regular o mediocre.

Clarín, huelga decirlo, no llegó a tener posición dominante en el Mercado por casualidad: hubo una construcción que sustentó cada paso. Los clasificados, Papel Prensa, el negocio del cable y el fútbol, el control sobre diferentes asociaciones (AEA, la principal) y la política de sostener a los gobiernos durante su luna de miel con la ciudadanía, exprimirles la sustancia y luego soltarles la mano hicieron del Gran Diario Argentino el órgano de propaganda más importante del establishment.

Es cierto que vienen de derrota en derrota: AFJPs, el fútbol, la Ley de Medios, Papel Prensa, el matrimonio igualitario, etc. La construcción de uno o varios candidatos opositores también fracasó y es por ello que ahora, en lugar de seguir inflando a Duhalde, Macri o Alfonsín, dieron un golpe de timón y el objetivo es esmerilar al gobierno. Más importante aún es que -como describió el compañero horca- retomaron la iniciativa.

Decíamos hace tiempo que las piedras en el zapato del oficialismo sólo podían ser los propios errores. Schoklender con las Madres es claro ejemplo. La pelea entre Morgado y Rachid, en el INADI, otro. El primero es el que, en términos simbólicos, esmerila al oficialismo. No tanto a la candidatura de Cristina, aunque ahora quieran instalar la idea de un posible ballotage, sino fundamentalmente a la campaña del kirchnerismo en la Ciudad de Buenos Aires, epicentro y caja de resonancia de la política nacional.

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Pueden parecer excesivas las 23 tapas consecutivas respecto al caso Schoklender (acá las anteriores 18), pero cumplen un par de objetivos fundamentales. Primero deslegitimar a los organismos de DD.HH., lo que les permite plantear con mayor credibilidad que los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble son perseguidos políticos; víctimas además, que ahora aceptan el recurso que desde hace diez años niegan: la extracción de muestras de ADN para comparar sus perfiles con los del Banco Nacional de Datos Genéticos (acá un gran post al respecto). En segundo término impone el eje de campaña republicano, de una supuesta transparencia versus la corrupción kirchnerista. Lo que a su vez apunta a impedir un mayor despliegue de la campaña oficialista en la CABA y, paralelamente, beneficia a Mauricio Macri, candidato del Grupo pensando en 2015. Fabián Perechodnik, de Poliarquía, lo explica hoy en LA NACION: "Lo que pasó con el caso Schoklender, si bien no hay datos que permitan medir su impacto real, le impidió a Filmus arrancar a tiempo su campaña. No le dio tiempo hasta ahora para acortar la brecha con la que arrancó".

Darle aire a Macri es fundamental y se trata de una estrategia de control de daños. La posibilidad de cuatro años más para Cristina es casi un hecho y, por ello, es prioridad preservar a quien se aprestaba para ser su contrincante nacional: una derrota de Macri en la CABA sentenciaría su futuro político y, visto el mapa actual, no hay otro candidato que reuna las características del líder del personalista PRO. Para Clarín, Mauricio es "tropa propia".